Iniciamos el XXIV Congreso Internacional, de este importante debate. Una vez más voy a hablar en Defensa de la salud, buscando un nuevo paradigma, la sociedad argentina, la seguridad asistencial que corresponde.
En esta etapa de la lucha por la vida, tenemos anclajes y muy importante hablar de la educación, y hacemos un homenaje a este gran presidente que hemos tenido: Domingo Faustino Sarmiento.
Este hombre, que se preparó antes de asumir para ser Presidente, cuando le tocó dijo: "Espero poder dar un mensaje a América un hijo importante en el Sur". 
La figura de Sarmiento ratificó el trabajo de Juan Bautista Alberdi, lanzando una moderna y extraordinaria Constitución, después de debatir con los verdaderos hombres que desarrollarán nuestra heroica Argentina. 
Sarmiento fue el responsable de la ordenación y consolidación con su mandato en la República. Hoy hablo nuevamente en el nombre de la Salud porque nosotros estamos formados en el paradigma de atender la enfermedad y no estamos cumpliendo con el legado de la educación y la salud para la comunidad. 
Perseguimos un cambio de paradigma. La salud no es ni estatal ni privada. Las viejas y falsas antinomias de una Argentina confían siempre en la nitidez de la defensa de la comunidad. El hombre debe ser el eje del sistema, ninguna corporación puede seguir ocupando su lugar. Sarmiento nos legó una estructura para soñar una verdadera República.
En 1861, en nuestro país se fundó la moneda nacional, y desde 1861 a 1969 la moneda nacional no se movió el amperímetro de la inflación. Se instaló en la seguridad económica de la nación, que se generó en el´80. De 1969 a la fecha, le sacaron 13 ceros, y hoy he tenido que sacarle uno más. 
La vida real nos dice que un peso, moneda nacional cuando se creó, hoy contiene 10 billones de pesos. Un peso, 10 billones de pesos en 50 años de existencia. ¿Ustedes los sabían? No. ¿Es esto irrefutable? Si. ¿Es la vida real? Si. ¿Qué queremos hacer con los argentinos para vivir nuestra vida? Cada uno en su sector tiene el compromiso de transformar y proponer el cambio en todo el mundo.
Sarmiento: la enseñanza, la educación, la formación, la información para crecer y desarrollar al hombre como eje, pero en libertad.
"Hermano con hermano" y llevar adelante "hermano con hermano enfrentar la adversidad".
Si aprendemos a amar y pensamos en el hombre como eje de nuestro sistema, como el gran ciudadano argentino de la República, no podemos aceptar el sistema de atención de la enfermedad que tenemos y no tratarlo. 
Los ministerios de salud siempre fueron el furgón de este viaje. Ahora ni siquiera somos furgón de cola, somos "secretaría de cola". Hemos perdido el asiento en el gabinete.Los políticos que nos gobiernan siempre son los emergentes de la sociedad. 
La educación y la salud son dos caras de la misma moneda. Educar es crear conciencia y prevenir es defensa de la salud.  
¿Civilización o barbarie? ¿Un peso o 10 billones de la vida aparente? ¿Podemos hablar de un sistema de salud cuando estamos a pocas cuadras, no hay cloacas? ¿Podemos hablar de salud cuando no sabemos el porcentaje de interés que tiene el agua que consumimos? ¿Podemos hablar de salud con el 30% de la población pobre? ¿Podemos hablar de salud cuando hay niñas de 14 años? ¿Podemos hablar de salud cuando los determinantes sociales nos han dicho que no? 
Necesitamos la educación para poder desarrollar un sistema que tenga como eje, en este nuevo paradigma, un hombre que no contamine ninguna corporación. El estado de la enfermedad con estas condiciones está relacionado con el mal.
¿Adónde vamos a parar si no cambiamos el paradigma? ¿Vamos a seguir atendiendo enfermos? ¿A seguir contando porque la tecnología es cada vez más extraordinaria y la gente vive 10 horas más…? Tenemos medicamentos que valen una fortuna y tenemos niños muriendo de hambre. ¿Cómo vamos a hablar de salud y de muchos compatriotas?
Para la enfermedad somos extraordinarios. Muy buenos en la práctica, pero muy malos en los sistemas.
En la Argentina hay mucha política y poca filosofía.La filosofía es el diagnóstico de la vida y la política puede ser el tratamiento. La esperanza y la fe pueden ser el componente de la humanización que la sociedad necesita para el proceso evolutivo.
No tengas miedo de romper con el conservadurismo histórico de los planos educacionales de nuestro país. ¿Cómo enfrentamos todo esto? Con más ciudadanía, con más instituciones. Las instituciones son la base de la democracia. 
¿Civilización o Barbarie? Yo elijo civilización. Este sector no va a bajar la bandera del debate y va a seguir protagonizándolo. Hoy tenemos personalidades de muy alto nivel para debatir sobre educación y salud.
Mi visión filosófica es cómo aportar para la mejor educación para un mundo mejor.  
El mundo puede cambiar si tenemos buena fe y si usamos, como nos legó Sarmiento, la pluma y la palabra.

NHL
25 de octubre. Hotel Sheraton Libertador, ciudad de Buenos Aires, Argentina.